La Cueva de los Franceses está situada en el término municipal de Revilla de Pomar, al noreste de la provincia de Palencia, próxima a Aguilar de Campoo. El nombre original era Gruta de la Lora. Se llama de esta manera porque en ella se abandonaron los cuerpos de los soldados franceses muertos en la Guerra de la Independencia surgida en España en 1808. En concreto, en un encuentro con un destacamento de húsares cántabros, mandados por el general Porlier.
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Cueva de los Franceses. |
Estos últimos fueron los que lograron la victoria por lo que, para deshacerse de los cadáveres, decidieron arrojarlos por un agujero de la cueva. De ahí el nombre. Este lugar fue descubierto por un pastor en el siglo XIX que vio cómo una de sus ovejas desapareció. Al ir a rescatarla, se encontró con este lugar tan espectacular. Casi 100 años después fue puesta en valor por Luciano Huidobro, sacerdote, catedrático y erudito, que dio a conocer esta cueva.
Se trata de la única cavidad visitable en la provincia y conserva un inaudito paisaje subterráneo de alagmitas, estalactitas y columnas, al que se suma una atmósfera de cuento con la iluminación ambiental. Es el complejo kárstico por excelencia de la montaña palentina Habilitada para el público gracias a la construcción de un túnel artificial, actualmente, la cueva se encuentra cerrada por trabajos de mantenimiento.
A una distancia aproximada de 1.500 metros dela Cueva de los Franceses se encuentra el Mirador de Valcabado, al que se puede acceder también realizando una ruta que parte del pueblo cántabro de Revelillas. Este mirador está ubicado en un emplazamiento privilegiado, en un espectacular balcón natural sobre el hayedo de Monte Ahedo, dominando el Valle de Valderredible. Desde aquí se pueden ver también los pueblos palentinos de Cezura, Lastrilla y Berzosilla, junto a buena parte del páramo de la Lora.
A unos 20 minutos se encuentra Aguilar de Campoo en el que se ubican un castillo, colegiata, monasterios, como el de Santa María la Real y casas blasonadas. Además, es famosa por ser cuna de las galletas Fontaneda. Como dato curioso añadir que en la década de 1960 hubo en Aguilar cinco fábricas de galletas, hasta el punto de que 9 de cada 10 galletas que se consumían en España salían de las galleteras aguilarenses.
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