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sábado, 23 de marzo de 2024

La Mussara

 

La Mussara es una villa en estado ruinoso que se ubica en la comarca del Baix Camp (Tarragona). El pueblo fue abandonado en los años 50 del siglo pasado y fueron dos las causas por las que se cree que perdió toda su población, una epidemia de filoxera y una sequía que frenó a la agricultura. También la Guerra Civil dejó cicatrices en la comunidad, y la falta de recursos económicos y oportunidades llevó a muchos a abandonar el pueblo en busca de una vida mejor en las ciudades cercanas. En 1961 se anexionó al municipio de VilaplanaEl origen de la Mussara se remonta a la Edad del Bronce. Sin embargo, el primer registro que se tiene del pueblo se produce durante la ocupación musulmana.


Iglesia de San Salvador.


El punto más llamativo de toda la villa es la iglesia de San Salvador. Su interior ha sido vandalizado. Es fácil encontrar ahí elementos satánicos como cruces invertidas o restos de sacrificios animales. Incluso se dice que se han obtenido psicofonías en su interior. Además, las paredes semi derruidas del pueblo están decoradas con pinturas y grafitis enigmáticos, muchos de los cuales parecen estar relacionados con temas esotéricos y ocultos.

Sin embargo, lo que más llama la atención del lugar es su frecuente y espesa niebla, que le ha otorgado a la zona un aura de misterio. Esto ha causado tanto impacto en la gente que ha dado lugar a un buen número de historias y leyendas de terror.

Algunos dicen que la Mussara es un acceso a otra dimensión, a un mundo paralelo. Una de las tantas historias señala la desaparición de Enrique Martínez Ortiz, un joven de 36 años nacido en Alquife (Granada) que vivía en Tarragona, regentando un bar. Se le perdió la pista el 16 de octubre del 1991 cuando salió a buscar setas con 3 amigos más. La desaparición se produjo cuando ese día los cuatro amigos iniciaron la búsqueda de setas por las inmediaciones del pueblo y, no tardando mucho, los amigos no escucharon ninguna voz de Enrique a pesar de las llamadas insistentes. Puestos a buscar, lo único que encontraron fue la cesta de mimbre que llevaba y una seta dentro, pero ningún objeto más de su pertenencia. Después de un meticuloso repaso a la zona sin resultado alguno, decidieron dar parte a la guardia civil que inicio una batida por la zona sin éxito.

Al día siguiente y en vista una desaparición tan extraña y sin ningún rastro de evidencias, se movilizaron todas las fuerzas de la zona, incluida una unidad especializada de campamento militar de Los Castillejos, pero todo fue inútil. Al cabo de 6 días bomberos y autoridades dieron por finalizada la búsqueda y cerrado el caso de Enrique Martínez del que hasta el día de hoy no se ha vuelto a tener noticias.

La Mussara, a pesar de estar oficialmente deshabitada, nunca ha sido completamente abandonada. A lo largo de los años, algunas personas han regresado a las casas y han intentado revivir la comunidad. Incluso ha habido intentos de renovar las estructuras y mantener el lugar con vida. Sin embargo, estos esfuerzos nunca han logrado un resurgimiento sostenible.

Actualmente, en la Mussara se llevan a cabo diversas actividades, como el Festival de Poesía Mussart y la marcha senderista Reus-Prades-Reus.

sábado, 16 de marzo de 2024

Los Bufones de Pría

 

Los bufones son fenómenos naturales originados por el efecto de la erosión del mar y la lluvia en la roca caliza, dando lugar a grietas y chimeneas que conectan el mar con la tierra.


Bufones de Pría.


El golpe del oleaje en calma contra los acantilados provoca la expulsión del aire comprimido en las galerías, sin embargo, en días de fuerte marejada aire y agua escapan al exterior a gran presión con chorros de agua que alcanzan gran altura. Los más conocidos en Asturias son los Bufones de Llames de Pría, aldea perteneciente al concejo de Llanes. La columna de agua pulverizada puede alcanzar más de diez metros de altura y el bufido oírse a varios kilómetros.

Este espectacular lugar de la costa asturiana también está rodeado de una leyenda que cuenta que Cuélebre, personaje mitológico asturiano con forma de serpiente alada y guardián de valiosos tesoros, vivía en la zona de bufones y emitía lamentos similares a sus silbidos.

Estos gritos atrajeron a una doncella. El Cuélebre, al verla, se transformó en un apuesto caballero y se dispuso a abrazarla. Pero, en ese momento, el padre de la joven los vio y los tiró al mar.

Así que los sonidos que hoy se asocian con los bufones serían, según esta leyenda, los lamentos del Cuélebre y la doncella, vengándose eternamente de su verdugo.

La mejor época para visitar los Bufones de Pría y presenciar este espectáculo natural en su máxima expresión es durante las mareas vivas, especialmente tras una tormenta, cuando el mar Cantábrico muestra su fuerza.

Además de su impresionante fenómeno natural, los Bufones de Pría ofrecen un paisaje de inigualable belleza. Rodeados por prados verdes y acantilados, representan un lugar ideal para los amantes de la naturaleza y la fotografía.

Los Bufones de Pría constituyen un paraje natural único en Europa. De hecho, fue declarado en el año 2001 Monumento Natural por el Principado de Asturias. Junto a ellos se ubica la Playa de Guadamia, una playa alargada, excavada en la roca por el mar y que tiene en las cuevas de las paredes acantiladas el mejor ejemplo de su porosidad.

Su carácter natural y virgen hacen de esta playa una de las más bonitas de Asturias. Además, al situarse entre rocas, la salida al mar es apenas visible desde la arena. De hecho, en pleamar, adopta la forma de una enorme piscina natural, mientras que en bajamar es necesario salir hasta el límite de los acantilados para darse un baño.