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sábado, 11 de junio de 2022

Concha Méndez, una mujer comprometida

 

Concha Méndez fue la protagonista de una vida apasionante, muy comprometida con las causas progresistas de los tiempos en los que le tocó vivir y fiel amiga de grandes nombres de la Historia de España. Se puede decir que su trayectoria vital es comparable a una vida de película. Solo la oscuridad del franquismo consiguió enterrar la voz de esta mujer, que poco a poco se va dando a conocer a las nuevas generaciones.


Concha Méndez.


De familia adinerada, recibió una educación exquisita, aunque no la que ella hubiera deseado. Veraneando con su familia en San Sebastián, con tan solo 19 años, conoció a Luis Buñuel con el que mantuvo una relación durante 7 años y es el que le facilita los primeros contactos con los integrantes de la Generación del 27, principalmente a través de la Residencia de Estudiantes en donde estuvo Buñuel. El fuerte carácter del que luego sería famoso cineasta les lleva a la separación y Concha Méndez decide, en 1929, marchar a conocer mundo con su amiga la pintora Maruja Mallo. Para entonces ya había publicado sus primeros poemarios.

Antes, en 1926, Concha Méndez había puesto en marcha el Lyceum Club Femenino, que dirigió María de Maeztu, y en el que se expusieron en la mayoría de sus actividades ideas avanzadas sobre los derechos de la mujer.

Además, todavía bajo la dictadura del general Miguel Primo de Rivera, había impulsado el célebre movimiento de las Sinsombrero, en el que también participaron Federico García Lorca, Salvador Dalí, Margarita Manso y Maruja Mallo.

Ese singular movimiento de protesta, por el que sus integrantes fueron apedreados en alguna ocasión, tenía como objetivo plantar cara a aquella sociedad de su época, que aunque yendo muy bien vestidas se quitaban el sombrero durante sus paseos por el centro de Madrid para escándalo de los paseantes más remilgados y conservadores. No llevar puesta esta prenda, utilizada tanto por hombres como por mujeres de forma cotidiana, representaba un acto transgresor. Tampoco hay que olvidar que fue Méndez la que reprochó a Gerardo Diego no haber incluido a ninguna mujer en la primera edición de Poesía Española. Antología 1915-1931 que reunió a los creadores del 27. En la segunda (1934) aparecieron Josefina de la Torre y Ernestina de Champourcín.

Volviendo al periplo viajero de Concha Méndez y ya de vuelta en Madrid, con la llegada de la República, es cuando la escritora publica dos obras de teatro y es entonces, en 1931, cuando Federico García Lorca, al que había conocido en la famosa tertulia de la Granja del Henar, le presenta al poeta e impresor Manuel Altolaguirre que según relató Concha “ya se había hecho famoso en su imprenta Sur, de Málaga, y con la revista Litoral”.

Juntos deciden comprar una impresora de mano que instalan de forma clandestina en un hotel madrileño. En junio de 1932 ambos escritores contraen matrimonio en Madrid. Entre sus regalos de boda recibieron una selección de las Canciones de Lorca que más tarde editarían.

Tras la celebración de la boda, en la que participaron como testigos relevantes integrantes del 27, y tras regresar de su luna de miel en Málaga, instalan en su domicilio en la madrileña calle de Viriato una nueva imprenta de la que saldrían varios números de la revista Héroe, con la colaboración en sus páginas de casi todos los miembros de la Generación del 27. Allí vivieron una trágica experiencia que dejaría huella en la pareja, Concha perdió el hijo que esperaba y escribe Niño y sombras.

El matrimonio decide trasladar su domicilio a la ciudad de Londres a finales del año 1933, pensionado Altolaguirre para ampliar sus conocimientos del arte tipográfico, en donde adquieren una impresora más moderna, a través de la que publican la revista 1616, que incluye poemas contemporáneos en castellano y poesía inglesa. Muy pronto Concha quedó de nuevo embarazada de la que sería su hija Paloma.

De regreso a España, en 1935, Concha Méndez y Manuel Altolaguirre, que se han traído consigo la imprenta inglesa, empiezan a publicar una nueva revista, que será dirigida, entre 1935 y 1936, por el poeta Pablo Neruda. La edición de Caballo Verde para la Poesía la compaginan con la publicación de libros de Federico García Lorca, Miguel Hernández, José Moreno Villa y Luis Cernuda, así como nuevos libros de Méndez.

En 1936 estalla la Guerra Civil y aunque la pareja se pone al lado de la República, Concha Méndez decide refugiarse en Londres para dar protección a su hija, pero Altolaguirre permanece en España para formar parte de la Alianza de Intelectuales Antifascistas y dirigir La Barraca, fundada por Lorca, y el Teatro Español, llegando.

Mientras tanto, Concha viaja de Inglaterra a Belgica y Francia, desde donde llega a Barcelona para reunirse con Altolaguirre y empezar el camino hacia el exilio, haciendo parada en París, donde les ayudaron amigos como Paul Éluard, Max Ernst y Pablo Picasso que contribuirían al viaje de toda la familia hacia América. Es en Francia cuando Méndez conoce la noticia del asesinato de Federico García Lorca.

La pareja llega a La Habana donde permanecieron hasta 1943. Un año más tarde, en 1944, se trasladaron a México. Concha Méndez siguió editando la revista Hora de España fundada en Valencia por los intelectuales de la República y ayudando en México a los exiliados españoles. Por ejemplo, Luis Cernuda vivió en su casa durante cerca de una década y allí falleció. Durante todos esos años la obra poética de Méndez siguió creciendo. En México siguió viviendo con Altolaguirre hasta que ese mismo año 1944 la abandonó por la cubana María Luisa Gómez Mena, una ruptura que afectó profundamente a Méndez, ya que entendía que la relación de Altolaguirre con su nueva pareja supondría la autodestrucción del escritor.

Altolaguirre regresa a España 1959 para presentar fuera de concurso la cinta El Cantar de los Cantares en el Festival de Cine de San Sebastián. Cuando volvía a Madrid del estreno, el coche que conducía se estrelló en la localidad Cubo de Bureba (Burgos). En el accidente murieron Altolaguirre y María Luisa Gómez.

De 1944 a 1979, Concha dejó de publicar, aunque en 1976 se editó una Antología poética. En 1979 apareció su último libro Vida o río. Concha Méndez falleció en México, rodeada de su familia, el 7 de diciembre de 1986.


Fuente documental: ‘Olvidadas’. Ramón Triviño.

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