Coretta Scott, la compañera de Luther King

 

Martin Luther King es uno de los mayores referentes de la lucha contra el racismo no solo en Estados Unidos, sino en el mundo entero. Fue un pastor estadounidense de la iglesia bautista y activista del movimiento por los derechos civiles para los afroamericanos, así como líder de las protestas contra la Guerra de Vietnam y la pobreza y que fue víctima, a los 39 años, de uno de los magnicidios más trascendentales del siglo XX, ocurrido el 4 de abril de 1968.

Coretta Scott.

Pero casi desconocida es la historia de su compañera Coretta Scott, una mujer discreta que afrontó, de manera estoica, los riesgos que su marido asumía, aunque ella no siempre acató de buen grado el carácter ‘beatífico’ de Martin.

Coretta sabía lo que era pasarlo mal. Durante la época de la Gran Depresión, vio como sus padres se partían los lomos recolectando algodón a la antigua usanza. Hay que tener en cuenta que esto sucedía cuando la esclavitud en Estados Unidos ya parecíauna historia lejana; un lastre del pasado racista del país que había finalizado, supuestamente, con el fin de la Guerra Civil. Fue el esfuerzo personal lo que hizo que la joven se graduase en primaria en Lincoln, una localidad cercana a su Herberger (Arizona) natal. Poco después se trasladó a Boston y allí fue donde conoció a Luther King. Se enamoraron y se casaron en junio de 1953. Por entonces, ella no podía ni imaginar que tendría que soportar las largas ausencias de su marido durante demasiados años. Su estatus de líder exigía ausentarse durante largas temporadas. Coretta no siempre lo llevó bien.

Martín Luther King.

Ella fue la que se hizo cargo de los 4 hijos que habían tenido en común y la que vio cómo el poco dinero que tenía el matrimonio iba dirigido a los fondos para las marchas y el movimiento anti racial. Los King solo se pudieron permitir comprar una casa en 1965. Como cualquier matrimonio humilde, la compraron por 10.000 dólares en un humilde barrio del lado oeste de Atlanta.

Durante toda esa época y hasta el asesinato de su marido, la mujer se mantuvo discretamente en la sombra. Sin embargo, una vez que Martin Luther King es asesinado, fue la primera en reclamar y reivindicar su legado.

Con su esfuerzo por crear el Centro Martin Luther King para el Cambio Social No Violento y su campaña para conmemorar los cumpleaños de su esposo, su viuda hizo la mayor contribución a la perpetuación del legado de Martin Luther King que ninguna otra persona. Coretta murió el 30 de enero de 2006.