Mastodon Clave Menor: Rosalind Franklin, la científica ninguneada

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sábado, 2 de abril de 2022

Rosalind Franklin, la científica ninguneada

 

La contribución de Rosalind Franklin al descubrimiento de la estructura del ADN pasó desapercibida, ya que por su condición de mujer fue ignorada por la comunidad científica internacional y ninguneada por sus propios colegas de profesión.


Rosalind Franlin.


Rosalind Franklin nació en Londres el 25 de julio de 1920 en el seno de una familia judía de buena posición económica. Desde muy jóven mostró una excelente aptitud y actitud para estudiar, destacando en diversas materias, entre ellas, las ciencias. Con 15 años decidió estudiar una carrera universitaria, aprobando el examen de ingreso en el Newnham College de Cambridge, lo que supuso cierta controversia en la familia, ya que su padre no veía con buenos ojos que una mujer estudiara en la universidad. Sin embargo, tanto su tía como su madre la ayudaron en este sentido y en 1941 obtuvo su graduación universitaria. En plena Segunda Guerra Mundial, en 1942, obtuvo un puesto de ayudante en un organismo británico dedicado a la investigación sobre el carbón y sus derivados, estudios que sirvieron para la fabricación de máscaras antigás.

En 1945 obtuvo el título de Doctora en Química-Física y un año más tarde se trasladó a París para trabajar en el Laboratorio Central de Servicios Químicos del Estado, aprendiendo el manejo de las técnicas de la difracción de rayos X en cristales, lo que posteriormente sería vital para la obtención e interpretación de la denominada “Fotografía 51”.

En 1951 regresó a Londres, al King’s College, a la Unidad de Biofísica, donde comenzó sus investigaciones sobre el ADN, investigaciones que también estaba realizando Maurice Wilkins, con quien mantuvo constantes desavenencias. En un entorno machista y hostil, Rosalind obtuvo una fotografía de difracción de rayos X de una fibra de ADN, la famosa “Fotografía 51”, que revelaba de manera inconfundible la estructura helicoidal de este polímero.

Los años posteriores hasta su temprano fallecimiento, murió de cáncer de ovarios a la edad de 37 años en 1958, se dedicó al estudio de la cristalografía de virus sin sospechar que sus investigaciones sobre el ADN serían tan importantes que conducirían a Wilkins, James Watson y Francis Crick a obtener el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1962, aunque ellos no hicieron ningún esfuerzo por reconocer las aportaciones de Rosalind. Sólo muchos años después y gracias a otros científicos y amigos de ella, se conoció que una buena parte de los datos sobre los que se basa la estructura molecular del ADN que describieron los premiados provenían de las investigaciones que desarrolló la científica británica durante sus años en el King’s College.


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