Agustín de Betancourt y Molina nació en el Puerto de la Cruz Tenerife el 1 de febrero de 1758 y falleció en San Petersburgo (Rusia), el 14 de julio de 1824). Fue un prestigioso ingeniero civil y militar, arquitecto, ensayista, precursor de la radio, telegrafía y la termodinámica, además de inventor que trabajó para el Reino de España y el Imperio Ruso.
Sello ruso conmemorativo de Betancourt. |
Su trabajo varió desde las máquinas de vapor y los globos aerostáticos, hasta la ingeniería estructural y el planeamiento urbanístico. Betancourt fundó y dirigió la Escuela de Ingenieros de Caminos y Canales en 1802, la actual Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y fue nombrado inspector del Instituto del Cuerpo de Ingenieros de Comunicaciones en San Petersburgo. Como arquitecto supervisó los planes urbanísticos y la construcción en San Petersburgo, Kronstadt, Nizhny Novgorod y en otras ciudades rusas, y además fue un organizador del sistema de transporte del Imperio Ruso.
Carlos III le concedió una ayuda para ampliar sus estudios en Madrid. Ingresó en los Reales Estudios de San Isidro y en la Real Academia de San Fernando. Sus primeros encargos para el conde de Floridablanca en 1783 fueron la inspección del Canal Imperial de Aragón y el estudio de las minas de Almadén (Ciudad Real), sobre cuyo estado redactó tres detalladas memorias; en este mismo año y ante la corte elevó, por primera vez en España, un globo aerostático en la casa de campo del infante Gabriel. Asistiendo el propio rey, los infantes, ministros y otras personalidades. El globo tenía dos metros de diámetro aproximadamente y estaba realizado en tafetán barnizado.
Además de ser políglota, hablaba español, latín, francés, ruso, alemán e inglés, fue miembro fundador de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife en La Laguna. Precisamente en la recién creada sociedad presentó en 1778 su primer diseño, una máquina epicilíndrica para el hilado de la seda, realizada en colaboración con sus hermanos José y María de Betancourt de la que parece había surgido la idea. María de Betancourt presentaría también a la Sociedad Económica de la Laguna una Memoria sobre la forma de obtener el color carmesí, muy probablemente la primera memoria científica firmada por una mujer en Canarias.
Agustín de Betancourt, en 1784 viajó a París a la prestigiosa Escuela Nacional de Puentes y Carreteras. A partir de 1785 llevó a cabo numerosas investigaciones técnicas, por ejemplo, sobre la purificación del carbón piedra, y comenzó a realizar estudios sobre hidráulica y mecánica y a diseñar y adquirir máquinas por encargo de Floridablanca con vistas a la futura creación en Madrid de un Real Gabinete de Máquinas. Durante su estancia en Rusia, a partir de 1822 comenzó a tener problemas con el zar, quedando relegado hasta su muerte en San Petersburgo.
P.D. Hasta la vuelta en septiembre. ¡Felices vacaciones!
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