La dimensión internacional que adquirió el proceso por el que 53 vecinos de la comarca de Baztán (Navarra) fueron acusados de brujería y 11 de ellos condenados a la hoguera, convirtió a Zugarramurdi en ‘El Pueblo de las Brujas’. Fueron víctimas de la Santa Inquisición que acabó con sus vidas el 8 de noviembre de 1610.
Museo de las brujas. |
Esta localidad navarra rehabilitó su viejo hospital para instalar allí el Museo de las Brujas de Zugarramurdi. Un espacio museístico inaugurado en julio 2007 que pretende ser un lugar donde perpetuar la memoria histórica y mostrar al visitante cómo era la vida cotidiana de aquellas gentes.
En definitiva, un homenaje a las personas, hombres y mujeres, que fueron víctimas de una situación social trasnochada, de una ola de pánico, y de una Inquisición que necesitaba imponer su autoridad. Rompiendo con la imagen folclórica de las brujas, se quiere dar paso a esa otra realidad de unas mujeres y unos hombres acusados de cosas inverosímiles, envueltos en relatos fantasiosos, y finalmente quemados en una hoguera.
Corría el año 1610 cuando una vecina de Zugarramurdi contó que había visto en sueños cómo unos vecinos del pueblo participaban en un aquelarre en la cueva. Lo que debió quedar en una anécdota fue denunciado ante el tribunal de la Inquisición de Logroño, que arrestó a 53 parroquianos. La mayoría murió en la cárcel y 11 ardieron en la hoguera. Muchos otros municipios de Navarra vivieron episodios similares.
El arroyo Orabidea ha excavado un túnel natural de 120 metros de largo y 12 metros de alto, con dos galerías elevadas sobre el cauce. El conjunto recibe el nombre de Sorginen Leizea, que en euskera significa precisamente la cueva de las brujas.
Siguiendo con las referencias esotéricas, la cavidad principal se llama Infernuko Erreka, o lo que es lo mismo, regata del infierno. La cueva ofrece al visitante un ambiente evocador, aunque no presenta estalactitas ni pinturas rupestres, tiene el encanto del misterio que la envuelve. Y es que aquí se llevaban a cabo ritos paganos y prácticas de medicina natural, muy enraizados en la cultura popular y aceptados por la sociedad hasta que se vincularon al satanismo.
La localidad de Zugarramurdi se sitúa en la comarca navarra de Baztán, a pocos kilómetros de la frontera con Francia. Con apenas 250 habitantes, es muy conocida por el magnífico paisaje de pinos y castaños que la rodea, así como por una imponente cueva esculpida por el agua.
Por cierto, el término aquelarre, que se utiliza para denominar las ceremonias de invocación del diablo, tiene su origen en Zugarramurdi, porque junto a la gruta hay un prado llamado Akelarre o Campo del Macho Cabrío. Cada 18 de agosto se celebra el Zikiro Jatea, una fiesta gastronómica donde el protagonista es el cordero asado.
Además de visitar las grutas y el Museo de las Brujas, en el pueblo se puede observar la pintoresca mezcla de arquitectura popular con palacios señoriales, como el de Dutario, que recuerda las casas de los indianos. La construcción más antigua del pueblo es la de Beretxea, pues fue la única que sobrevivió al incendio de 1793, provocado por tropas francesas de la época de la Revolución Francesa, durante la guerra de la Convención o del Rosellón, que salpicó a ambos lados de la frontera.
Otro de los encantos de la zona son los senderos que recorren el valle y que utilizaban los contrabandistas en el pasado. El más importante es el que une las cuevas de Zugarramurdi con las de Sara y las de Urdax.
No hay comentarios:
Publicar un comentario