Mastodon Clave Menor: La higiene de Isabel la Católica

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sábado, 9 de enero de 2021

La higiene de Isabel la Católica

Isabel la Católica.


Demasiadas veces se ha especulado sobre la falta de higiene corporal de la reina de España, Isabel I de Castilla, llamada la Católica y esposa de Fernando II de Aragón. Sin embargo parece ser que esta afirmación no es cierta pues deriva de un juramento que nunca realizó y se trata de una leyenda que no tiene ninguna base histórica.


El juramento que se atribuye a la reina decía que "no se lavaría ni cambiaría de camisa hasta que Granada no fuese conquistada a los moros". Sin embargo, quien aseguró que llevaría a término esa falta de higiene no fue la reina Isabel I, sino su tataranieta Isabel Clara Eugenia de Austria (hija de Felipe II e Isabel de Valois) y lo hizo en el contexto de la Guerra de Flandes, como soberana de los Países Bajos (Holanda) y durante el asedio a Ostende (Bélgica).


La falta de higiene o suciedad de Isabel I de Castilla era inexistente, según contaba su confesor fray Hernando de Talavera, que le reprochaba frecuentemente el excesivo cuidado que prestaba a su cuerpo y a su alimentación.

Justamente por tener hábitos sanos en cuanto a su alimentación y limpieza, motivo el disgustó de la soberana cuando se enteró de que su hija Juana, entre sus muchas locuras, se negaba a cambiarse su ropa interior.


Está claro que los hábitos higiénicos de los cristianos en la Edad Media distaban mucho de los empleados por los musulmanes que tenían mayor aprecio por la bondades del agua, pero no era éste el caso de la reina Isabel la Católica. Solo en sus últimos meses de vida, con el cuerpo ulcerado y con una grave enfermedad, pudo ser posible que la reina española desprendiese mal olor y es que, aunque no está documentada la enfermedad que acabó con su vida, el doctor Álvaro de Castro afirmó que "la fistula de sus partes vergonzosas y el posterior cáncer engendrado en su natura" estaría sin duda motivado por cabalgar en exceso en las diferentes campañas militares contra los moros de Granada”.


Lo cierto es que a los tres años de su primer síntoma Isabel la Católica falleció con 53 años en Medina del Campo (Valladolid) el día 26 de noviembre de 1504. Pero como se ha reseñado, lo que llevó a la tumba a Isabel la Católica fue un cáncer de útero, motivo por lo cual es posible que en sus últimos meses de vida desprendiese un cierto olor, propio de su enfermedad y de las ulceraciones que sufría, pero no por su falta de higiene.


Aunque motivos para abandonar su cuerpo no le faltaban , ya que además de la gravedad de su enfermedad, hacía ya mucho tiempo que su esposo mantenía relaciones extramatrimoniales. Mientras la reina Isabel paría en Dueñas a su hija primogénita, la amante del rey, doña Aldonza, daba a luz a Alonso de Aragón, también hijo del rey Fernando. Según diversos historiadores, el rey Fernando era más adúltero que católico, siendo muchas las mujeres que pasaron por sus aposentos.


Volviendo a la supuesta falta de higiene de Isabel la Católica, María Pilar Queralt, historiadora y autora del libroIsabel de Castilla. Reina, mujer y madre’, mantiene que se trata de una de tantas leyendas que hay alrededor de la reina Isabel, aunque no es la única. También se ha asegurado que vendió sus joyas regias para financiar el viaje expedicionario a América, algo que tampoco tiene nada de cierto. 

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