El humanismo renacentista fue un movimiento intelectual,
filosófico y cultural europeo estrechamente ligado al Renacimiento cuyo origen se sitúa en la Italia del siglo XV, especialmente
en Florencia, Roma y Venecia, con
precursores anteriores, como Dante
Alighieri, Francesco Petrarca y Giovanni Boccaccio. Buscaba los modelos
de la Antigüedad Clásica y retomaba el antiguo humanismo greco-romano.
Leonardo da Vinci. |
Este movimiento mantuvo su hegemonía en buena parte de Europa hasta finales del siglo XVI. A
partir de entonces se fue transformando y diversificando con los cambios
espirituales provocados por el desarrollo social e ideológico, entre otros los
principios propugnados por la Reforma
protestante y la Contrarreforma católica; y más adelante, hasta finales del siglo
XVIII, con la Ilustración y la Revolución
francesa.
Resulta llamativo que en la actualidad, en un mundo
sumergido en una crisis global, en muchos aspectos de la actividad del
ciudadano, se vuelva a producir ese grito de liberación del hombre frente a los
dogmatismos y oscurantismos que de nuevo acechan al conjunto de la humanidad.
Un movimiento que se vuelve a atisbar en las artes y la vida cultural, pero
también en las ciencias humanas, sociales y naturales, pero sobre todo en la
búsqueda de una nueva actitud ante la vida. La Historia es cíclica y el hombre siempre busca respuestas.
Por ello, se plantea una buena ocasión para rememorar al más
grande de los hombres del Renacimiento
Leonardo da Vinci (Vinci, 15 de abril de 1452-Amboise, 2 de mayo de 1519) que fue un
florentino a la vez pintor, anatomista, arquitecto, paleontólogo, artista,
botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor,
músico, poeta y urbanista.
Tras pasar su infancia en su ciudad natal, Leonardo estudió con el pintor
florentino Andrea de Verrocchio. Sus
primeros trabajos de importancia fueron creados en Milán al servicio del duque Ludovico
Sforza. Trabajó a continuación en Roma,
Bolonia y Venecia, y pasó los últimos años de su vida en Francia, por invitación del rey Francisco I.
Frecuentemente descrito como un arquetipo y símbolo del
hombre del Renacimiento, genio universal, además de filósofo humanista cuya
curiosidad infinita solo puede ser equiparable a su capacidad inventiva, Leonardo da Vinci es considerado uno de
los más grandes pintores de todos los tiempos y, probablemente, es la persona
con el mayor número de talentos en múltiples disciplinas que jamás ha existido.
Como ingeniero e
inventor, Leonardo desarrolló ideas
muy adelantadas a su tiempo, tales como el helicóptero, el carro de combate, el
submarino y el automóvil. Muy pocos de sus proyectos llegaron a construirse ya que
la mayoría no eran realizables durante esa época. Como científico, Leonardo da Vinci hizo progresar mucho
el conocimiento en las áreas de anatomía, la ingeniería civil, la óptica y la
hidrodinámica.
Su asociación histórica más famosa es con la pintura. Dos de
sus obras más conocidas, La Gioconda
y La Última Cena. No obstante,
únicamente se conocen alrededor de 20 obras suyas, debido principalmente a sus
constantes experimentos con nuevas técnicas y a su inconstancia crónica. Este
reducido número de creaciones, junto con sus cuadernos con dibujos, diagramas
científicos y reflexiones sobre la naturaleza de la pintura, constituyen un
legado para las sucesivas generaciones de artistas. Murió acompañado de Francesco Melzi, a quien legó sus
proyectos, diseños y pinturas.
Para finalizar, queda una pregunta en el aire, ¿vuelve el
hombre renacentista o es pura ilusión? El tiempo lo dirá.
Próximo capítulo:
Mis musas del cine.
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