Mastodon Clave Menor: Pepita Oliva, la bailarina española que arrasó en Europa

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sábado, 4 de diciembre de 2021

Pepita Oliva, la bailarina española que arrasó en Europa

 

Una bailarina española con el nombre artístico de Pepita Oliva arrasó con su arte en toda Europa durante el siglo XIX. Su presencia en los principales teatros llegó a desatar el fenómeno denominado ‘delirium pepitorum’ que consiguió poner de moda en el continente todo lo español.


Pepita Oliva.


El nacimiento de Josefa Durán Ortega, así se llamaba en realidad la futura bailarina, ya estuvo rodeado de una leyenda que no ha podido ser confirmada. Cuando nació en Málaga en el año 1830, se rumoreó que era la hija natural del X duque de Osuna, Francisco de Borja Téllez-Girón y Pimentel, con el que supuestamente la madre de la criatura, Catalina Ortega, gitana, lavandera, vendedora de ropa vieja y que trabajó en un circo, había mantenido un romance. Pero legalmente, Josefa era hija de Pedro Durán, un barbero que murió en el transcurso de una reyerta callejera cuando la futura artista contaba con solo 6 años, por lo que su madre ya viuda y con el zapatero Manuel López como nuevo esposo decidió enviar a su hija a recibir clases de baile en la misma ciudad de Málaga.


Las dotes artísticas demostradas por la niña empujaron a la madre a trasladarse a Madrid y convencer al director del Teatro Príncipe, Antonio Ruiz, para que le impartiera clases particulares de danza. Pero Pepita no consiguió concluir sus estudios, aunque el director del ballet del Teatro Real, Manuel Romero y Casares, pensó que el estilo de la joven podría encajar en los gustos europeos.


Es entonces cuando Pepita Durán recibiría lecciones del que sería su esposo Juan Antonio Gabriel de la Oliva, bailarín que actuaba en el Teatro Español y del que se separaría meses después de la boda celebrada en enero de 1851, aunque es entonces cuando la artista adopta el apellido de su marido como nombre artístico. La ya conocida como Pepita Oliva entra a formar parte del coro del ballet de Madrid, en donde se hizo célebre bailando la danza titulada Olé y apodada como Estrella de Andalucía, ya que su baile era una especie de transición entre el flamenco tradicional y el ballet clásico.


A partir de ese momento, la bailarina malagueña salta a Europa y obtiene grandes éxitos en los escenarios de distintos países, como Francia, Dinamarca, Noruega, Inglaterra, Hungría y Alemania. Por ejemplo, bailando La farsa Pepita, compuesta especialmente para ella, y otras piezas como la Madrileña, la Aragonesa, y el Jaleo de Jerez. Hay que aclarar que la farsa es un género de ópera, asociado con Venecia a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Las farse eran normalmente óperas de un acto, a veces realizadas junto con ballets cortos.


En junio de 1852 su interpretación del Olé hizo centrar más la atención sobre Pepita Oliva que sobre la primera bailarina de la Ópera de París. También fueron muy celebrados su éxito en la ópera Masaniello, o La muda de Portici de Daniel-François-Esprit Auber, en Munich.


Fueron tan espectaculares sus triunfos por toda Europa que August Conradi, autor del Berliner Couplet, le dedicó la Pepita Oliva Polka y Johann Strauss (hijo) le dedicó la polca Pepita, (Polka-Pepita, opus 138). También existe una marcha militar compuesta en su nombre que se bautizó como la marcha Pepita (Pepita-Marsch).


Pepita Oliva despertaba pasiones a la salida de los teatros, una fiebre que incluso se denominó delirium Pepitatorum. Pepita también influyó en la moda de aires españoles en Europa con las basquiñas de satén, los volantes de encaje negro, los amplios escotes realzando el pecho, las mantillas, las cinturas imposibles gracias a las torturas del corpiño y los cabellos recogidos y entrelazados con una flor. Sin embargo, lo más curioso es que su nombre de pila forma parte del vocabulario checo al designar un tipo de tela con diminuto ajedrezado de color negro y blanco que ella solía utilizar en sus actuaciones. No hay que olvidar que entonces gobernaba el emperador Napoleón III, casado con la española Eugenia de Montijo y la moda de lo español estaba presente en las principales capitales del continente.


En el año 1852 Pepita Oliva conoce en París al que sería el gran amor de su vida, el barón Lionel Sackville-West, secretario de la embajada de Inglaterra en Alemania, con el que mantendría una apasionada relación hasta la muerte de la bailarina y que motivó un gran escándalo a lo largo y ancho de la Europa que admiraba a la artista por el hecho de que ambos seguían casados con sus cónyuges.


En el año 1865 la bailarina decide retirarse de los escenarios- En 1871 Pepita quedó embarazada de su cuarto hijo que murió a los dos días. En esa misma fecha fallecía, como consecuencia de las complicaciones del parto Pepita Oliva, que contaba con 41 años de edad.


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