Mastodon Clave Menor: El misterio del Santo Grial

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sábado, 23 de octubre de 2021

El misterio del Santo Grial

 

Una tradición señala que el cáliz o copa que usó Cristo en la última cena teóricamente viajó a Roma y de aquí a la Península Ibérica, donde estuvo en varios lugares hasta terminar en la Catedral de Valencia. Una leyenda marcada por el misterio.


Capilla del Santo Grial en la Catedral de Valencia.


La relación entre el Grial, el cáliz y José de Arimatea, un rico comerciante judío, procede de la obra de Robert de Boron Joseph d'Arimathie, publicada en el siglo XII. Según este relato, Jesús, ya resucitado, se aparece a José para entregarle el Grial y ordenarle que lo llevase a la isla de Britania. Siguiendo esta tradición, se cuenta que el mismo José usó el cáliz para recoger la sangre y el agua emanadas de la herida abierta por la lanza del centurión en el costado de Cristo y que, más tarde, en Albión (la actual Gran Bretaña), estableció una dinastía de guardianes para mantenerlo a salvo y escondido.


Sin embargo, el primer autor en mencionar al Grial es, entre 1181 y 1191, el poeta Chrétien de Troyes en su libro Perceval, una obra, presentada como tomada de una publicación antigua, que habla de la visita de Perceval, que aspiraba a ser caballero del rey Arturo, al castillo del rey Pescador o Tullido, en el que le es mostrado un grial.


Dentro del mismo hay una especie de oblea que, milagrosamente, alimenta al herido rey. Perceval no pregunta por el significado de este objeto, aunque posee un claro simbolismo cristiano. Chrétien tampoco explica en qué consiste el grial, y la obra se interrumpe bruscamente. El autor no lo denomina “santo”, ni lo llama como grial, sino simplemente como un grial y considera más importante su contenido, la hostia consagrada del catolicismo, que el recipiente.


La obra de Chrétien de Troyes marcaría el comienzo de la leyenda, pero serían Robert de Boron y Wolfram von Eschenbach quienes la desarrollarían de la manera que la conoció la Europa medieval. Robert de Boron, en Joseph d'Arimathie y Estoire del San Graal, es el responsable de transformar el “grial” de Chrétien en “el Santo Grial”. A partir de aquí se mezclan distintas leyendas sobre el origen y la fecha de su aparición del cáliz, así como de su destino.


Otros autores mantienen que antes de morir José había dispuesto un dispositivo, para custodiar las reliquias, nombrándose al caballero sir Pelles como el guardián del Grial. Otro caballero sir Balin el Salvaje, quiso robarlo junto con las demás reliquias; ambos se batieron en duelo pero, al perder su espada, sir Balin tomó la lanza sagrada, con la que supuestamente habían abierto una herida a Cristo en el costado, e hirió a Pelles; inmediatamente el castillo se derrumbó debido a la profanación.


Algunos estudiosos vinculados al esoterismo identifican la pérdida del Grial con hechos reales acaecidos a finales del Neolítico, cuando supuestamente existían en Europa diversas tribus matriarcales asentadas y pacíficas, cuya forma de vida se vio violentamente alterada por oleadas de tribus guerreras y violentas provenientes de Asia. Estos sucesos, que no cuentan con testimonios históricos o arqueológicos, habrían quedado en la memoria colectiva y adquirido una dimensión simbólica en la mitología celta hasta que, finalmente, fueron cristianizados por los citados autores, como Chrétien y Wolfram, entre otros. En esta interpretación, altamente especulativa, el Grial evocaría lo femenino, como símbolo del seno materno y la madre tierra.


Sobre el misterio de la supuesta ubicación actual del Santo Grial, hay al menos una docena de leyendas que lo sitúan en dispares lugares de la tierra, desde Irlanda a Italia, o desde Galicia a Alemania. La tradición más extendida es que el Santo Grial es el que se encuentra en la antigua sala capitular de la Catedral de Valencia a donde habría sido conducido desde Roma a España por San Lorenzo mártir, diácono originario de Hispania, allá por el siglo III, tras pasar por diversos templos aragoneses y catalanes.


Otra tesis interesante relaciona el Santo Grial con los caballeros templarios, una orden a la que se le atribuyen la custodia de numerosas reliquias y bienes valiosos. Entre ellos la posesión del Grial. Fueron los defensores del sagrado cáliz y en la celebración de la Noche Templaria se escenifica un gran desfile de caballeros templarios que portan el cáliz y el Arca de la Alianza hasta el castillo de los templarios de Ponferrada. Verdad, mito o leyenda, el Grial forma parte de la Historia.

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