Decoración propia del Samaín. |
Una tradición lúdica, festiva y propia, que muchos gobiernos
municipales de Galicia supieron
aprovechar para dar a conocer algo que está más próximo a los gallegos que la
fiesta, con raíces norteamericanas, de Halloween.
Una fiesta, el Samaín, que hasta hace una década era residual.
El resurgimiento del Samaín
comenzó en el municipio coruñés de Cedeira,
que junto a una asociación cultural
llamada Chirlateira organizó las
primeras fiestas, de las que ahora se encarga la Asociación Amigos do Samaín. En este municipio llevan casi tres
décadas celebrando el Samaín, pero
no ha sido hasta los últimos 10 años cuando ha comenzado a extenderse por el
resto de Galicia.
Parece evidente que la sociedad gallega se ha apuntado a
esta renovada vieja tendencia para desbancar al Halloween americano. Los niños y niñas hablan de Samaín con total naturalidad, sobre
todo en las zonas rurales, ya que en muchas áreas nunca se dejó de celebrar
como tal.
Se han conservado disfraces como las calaveras, de origen
celta y no estadounidense. Para muchos niños y niñas el Samaín ya implica vaciar las calabazas, meterles una vela y
dejarlas en los caminos y en las puertas de las casas para alejar los malos
espíritus.
Sin embargo, existe una brecha considerable entre las zonas
rurales y las urbanas. En las ciudades la fiesta está más colonizada. Se habla
de Samaín pero se tiende a celebrar Halloween. Aunque el proceso, que viene
desde abajo, sigue creciendo.
Los que más apoyan el Samaín
son los profesores, fundamentalmente de Primaria,
que realizan una importante labor para
que no se pierdan las raíces de los gallegos. Se empezaron a hacer actividades
de Samaín con el objetivo de
recuperar la cultura autóctona.
Al igual que ocurre con fiestas como San Valentín, Navidad o
el propio Halloween, Samaín también se ha aprovechado para
fomentar el consumo, aunque más que a las grandes compañías multinacionales se
ha enfocado al comercio local.
Más de 100 establecimientos de A Coruña participaron el pasado año de Samaín, una iniciativa que además tenía el objetivo de promover el
comercio de proximidad. La decoración es obligatoria, con zona interior o
escaparate ambientado con motivos de Samaín.
Además a nivel escolar, se celebran talleres para niños, donde se les explica
qué es el Samaín y cuáles son las
tradiciones. Los propios niños confeccionan su disfraz temático, y se les hace
una ruta por los comercios, donde les regalan cosas.
Pero no solo a nivel institucional se ha promocionado esta
fiesta propia de Galicia. La
compañía cervecera Estrella Galicia, una de las marcas más reconocidas de la comunidad
autónoma, ha estado innovando tanto en fabricación, incluso ha sacado a la
venta una cerveza con sabor a calabaza y vainilla, como en promoción, y no han
dudado en sumarse a esta tendencia de recuperar lo histórico de la tierra. 'Aquí, nin truco ni trato: aquí Samaín'
es una de sus campañas publicitarias de la que aquí mismo se ofrece el vídeo.
En las calles de Galicia
son cada vez son más los que ponen en valor lo propio frente a las tradiciones
foráneas. Parece claro que los gallegos han decidido reivindicar con fuerza su Noche de los Muertos, con el objetivo de
ganar reconocimiento y orgullo sobre lo propio. Quién sabe si en unos años
todos los españoles empezaremos a celebrar el Samaín en lugar del Halloween.
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