Teresa de Calcuta, un personaje para la polémica

Hace pocas fechas, en una tertulia de sobremesa, escuché  una encendida polémica sobre la figura de Teresa de Calcuta. El debate se centraba en su papel de santa o de estafadora. Debo reconocer que me picó la curiosidad y aquí el resultado de mis pesquisas.

Teresa de Calcula, una santa rodeada de polémica.

La madre Teresa, canonizada en 2016 por el papa Francisco, se convirtió en santa Teresa de Calcuta y en la figura católica más respetada y admirada en la historia de la India. Sin embargo, desde la década de los noventa existen voces que se han levantado para denunciar su lado oscuro.

Incluso su proceso de beatificación, después de su muerte en el año 1997, estuvo rodeado de polémica. Ya que comenzó menos de dos años después de su fallecimiento, sin respetar el plazo de cinco años establecido por la propia Iglesia Católica.

Una figura sobre la que, según sus detractores, ni en Occidente ni en la India se quieren escuchar las críticas porque nadie desea saber que su icono de la compasión, premio Nobel de la Paz, era una fanática religiosa amiga de dictadores, ricos y corruptos.

La crítica más extendida es que a los pobres les pidió resignación y los ayudó a morir, pero sin darles cuidado profesional. En el documental  Ángel del Infierno (Hell´s Angel), del reconocido periodista anglo-estadounidense Christopher Hitchens, que se puede ver aquí mismo, se expone en 1994 por primera vez a nivel mundial la otra cara de la monja.

Con más de 500 misiones en 100 países distintos, en las que trabajan miles de voluntarios, financiadas con donaciones  multimillonarias, sus críticos han llegado a calificar sus actos de violaciones de los derechos humanos y de gran escándalo financiero.

Aunque la religiosa siempre aseguró que no hacía política, dio su reconocimiento, entre otros, al dictador de Haití Jean-Claude Duvalier o al régimen totalitario de Albania encabezado por Enver Hoxha. También recibió algunas donaciones que fueron muy criticadas, como las de Charles Keating, que fue encarcelado por el mayor fraude financiero en la historia de Estados Unidos hasta finales de los años ochenta.

Sus críticos aseguran que es imposible saber las donaciones que ha recibido la congregación de las Misioneras de la Caridad, fundada por Teresa de Calcuta y la acusan de dedicar su vida a expandir el catolicismo más fundamentalista, pregonando el culto al sufrimiento.

Por otra parte, aseguran que a los moribundos se les dejaba morir sin cuidados profesionales y con la ausencia de las condiciones de higiene más básicas. Hablan incluso de situaciones de tortura. Aunque ahora reconocen que la situación ha mejorado en los últimos años, pero recalcan que todavía es pésima.

La madre Teresa también encabezó la cruzada del Vaticano contra el aborto y los anticonceptivos. En su discurso de aceptación del Nobel en 1979, declaró que “el más grande destructor de la paz hoy es el llanto del inocente niño no nacido”.

Teresa de Calcuta presumía de ayudar a los creyentes a acercarse a su dios, cualquiera que fuera su credo .Pero en privado aceptó que había convertido a más de 29.000 personas que murieron en su centro. En un vídeo, la religiosa explica que les bautizó “para que San Pedro los deje entrar al cielo”. Y en el mismo concluye que “es muy bonito ver a la gente morir con tanta alegría”.

Otro de sus detractores, el cubano-estadounidense Hemley González, afirmó que se dio cuenta, tras viajar a los centros de la congregación en la India, de que se trataba de una violación sistemática a los derechos humanos y de un escándalo financiero. Contó que vio cómo las agujas solo eran lavadas con agua para ser usadas de nuevo y que a los enfermos se les daban medicinas caducadas.

Según los mismos testimonios, los voluntarios no tenían preparación. Según González, “uno de ellos le dio de comer a un paralítico que se atragantó y murió. Yo estuve en la cremación de 12 personas, algunas de las cuales creo que pudieron haber sobrevivido”. En su opinión, los misioneros no son amigos de los pobres, sino promotores de la pobreza.

El reconocido músico hindú Debasis Bhattacharya manifiestó que la madre Teresa hacía sufrir a los pobres para poder recibir el amor de Dios. Para denunciar después que “ella nunca esperó. Cuando estuvo enferma acudió a servicios de salud más modernos y costosos”. Sobre el primer milagro que le reconoció el Papa, la cura de un tumor a Mónica Besra, asegura que fue una mentira diseñada. “Su tumor no era por cáncer, sino por tuberculosis. Se curó porque le fue diagnosticado y tratado en el hospital”, manifestó

Los críticos de la figura de Teresa de Calcuta son conscientes de que todavía son pocos quienes quieren escucharlos. Pero saben que los medios de comunicación empiezan a hacerse eco de las críticas a la madre Teresa. A las ONG se les exige transparencia y profesionalidad. ¿Por qué a las Misioneras de la Caridad no?

Para terminar, añadir que un estudio de la Universidad de Montreal, realizado por Serge Lariveé, Genevieve Chenard y Carole Sénéchal, habla de un manejo sospechoso de las enormes cantidades de dinero que recibió. En realidad, nadie conoce la cantidad exacta de fondos que ha recibido la congregación de las Misioneras de la Paz, que siempre guardan un atronador silencio, pero se asegura que son miles de millones de dólares con los que se habría podido ayudar mucho más y mejor a los enfermos que acogía.

Ángel del infierno: la Madre Teresa de Calcuta