¿Se puede morir de amor? |
Los lazos afectivos que pueden establecerse con la persona que
amamos pueden incluso cambiar los principios que habíamos creído firmes durante
toda nuestra vida. Pero, qué sucede si esa persona a la que hemos entregado todo
nos deja o fallece.
¿Podemos sentirnos morir de amor? Todo el mundo conoce historias
sobre parejas que mueren con pocos días de diferencia, en su mayoría mayores, y
se suele asociar esta muerte con un sentimiento de amor poderoso. Aunque en
otros casos también se cree que la fuerte dependencia del uno por el otro les
hace sumirse en un estado de depresión, en el que dejar de comer y cuidarse
provoca el terrible final.
A primera vista es complicado encontrar una respuesta
científica ante este hecho. Algunos especialistas han intentado arrojar un poco
de luz sobre el tema buscando la relación entre la aflicción por la pérdida del
ser amado y si estos cambios pueden reflejarse en nuestro cuerpo.
Existen estudios que dictaminan que cerca de un 40 por
ciento de las mujeres y un 26 por ciento de los hombres mueren antes de que
hallan transcurridos 3 años de la muerte del ser amado. Por lo que no parece erróneo
afirmar que el perder a la pareja puede
tener un impacto directo sobre la esperanza de vida.
Otros expertos mantienen que las causas por las que una pareja
podría morir tras el fallecimiento del ser amado podrían estar en una latente
enfermedad cardíaca que se agrava con la depresión. El fallecimiento de la
persona amada sacaría a la luz una situación anterior de ansiedad y tristeza.
Parece evidente que además, para morir de amor, todo dependerá
de cómo la persona que se queda sola maneje el duelo. Es decir, si adquiere
hábitos nocivos que puedan agravar una enfermedad existente o si por el
contrario tiene otros motivos para vivir, como hijos, nietos, amigos o un
carácter que lo ayude a superar la tristeza.
Aunque también podríamos encontrarnos ante un tópico
literario. Morir de amor se generalizó en la lírica provenzal como la única
forma de acabar con el sufrimiento del enamorado no correspondido y ha seguido
existiendo a lo largo de toda la Historia
de la Literatura y hay muchos ejemplos de ello.
Pero, en este sentido, hay una curiosidad, excepto en
algunos poemas de la lírica popular medieval en los que la mujer es la que
muere de amor, la constante es que el muerto de amor sea siempre un hombre.
Pero relevantes cardiólogos afirman que la cuestión no está
para tomársela a la ligera. No se trata de poesía, morir de amor puede ser una realidad. Si una
persona es víctima del síndrome del corazón roto, su vida corre peligro. Más de
un especialista afirma que el “síndrome del corazón roto” o cardiomiopatía de Takotsubo presenta síntomas similares a
los de un ataque al corazón.
El origen de este síndrome se basa en una fuerte descarga de
catecolaminas al corazón, provocadas por tristeza, angustia o una fuerte carga
de estrés. Las catecolaminas funcionan como neurotransmisores del sistema
nervioso.
Visto lo visto, parece mejor agarrarse al tópico literario
¿O no?
Próximo capítulo: Llenar la España vacía
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