La genuflexión de Varsovia en recuerdo a las víctimas del Gueto de Varsovia, icono de las 'Ostpolitik' de Willy Brandt. Foto: Fundación Willy Brandt. |
Menos conocido es que su leyenda como estadista político europeo
comenzó a forjarse en el frente de Huesca
(España), en 1937. Para recordar este episodio, el Gobierno de Aragón, en colaboración con la Fundación Willy Brandt y la Fundación Friedrich Ebert editó en 2017 La
causa de todos, un volumen en el que se recogen tres textos del que
luego sería canciller socialdemócrata sobre su experiencia en España. Se trata de una breve crónica
periodística desde el frente de Aragón
para diarios noruegos y un par de informes para su partido por primera vez
traducidos al castellano. Willy Brandt
era periodista.
Añadir que España siguió
entre las preocupaciones de Brandt durante
el resto de su carrera. Como líder del SPD,
en los 70 dio su apoyo al PSOE y
apadrinó a dos jóvenes promesas de la socialdemocracia española, Felipe
González y Alfonso Guerra. Años
después, González apoyaría la
reunificación alemana tras la caída del Muro
de Berlín.
Tras volver a Alemania
al final de la guerra, recuperó la nacionalidad y se convirtió en un activo
militante del SPD. Alcalde de Berlín Oeste de 1958 a 1962 se
convirtió en una celebridad internacional por su digno y valiente papel durante
la crisis que llevó a la construcción del Muro
de Berlín. Acompañó a Kennedy en
su célebre discurso "Ich bin ein Berliner".
Presidente del SPD
en 1964, fue nombrado ministro de Asuntos
Exteriores en 1966 en un gabinete de "gran coalición"
democristiano-socialdemócrata. Finalmente tras vencer en las elecciones accedió
a la cancillería en 1969.
Pese a ser un ferviente anticomunista, optó por una postura
realista en lo referente a los países comunistas y, especialmente, hacia la República
Democrática de Alemania. Así lanzó una nueva política exterior, conocida
como la Ostpolitik que sirvió para
reducir las tensiones en la Europa
central y llevó a la firma de diversos tratados entre Polonia, Checoslovaquia,
la URSS y la RDA con la República Federal
de Alemania. Recibió el Premio Nobel
de la Paz en 1971.
Se cumplía el gran sueño de Brandt, la Ostpolitik,
la reconciliación del Este y el Oeste. Pero tuvo mala suerte y en 1974 tuvo que
dimitir porque su asistente personal, Günter
Gillaume, resultó ser un espía del otro lado del telón de acero.
¿Qué se siente al saber que la persona en la que más se
confía es en realidad un traidor? ¿Qué sentimientos albergaba Guillaume hacia Brandt? ¿Todo lo que en algún momento unió a esos hombres era
falso? Ni el mejor libro de espías puede superar esta historia real. No es raro
que el conocido dramaturgo británico Michael
Frayn (Londres, 1933, autor de
títulos tan conocidos como Noises Off y Copenhague) la utilizara
como argumento para escribir en 2003 de una de sus piezas más celebradas, Democracia,
representada siempre con gran éxito por compañías de todo el mundo.
Posteriormente presidió la Internacional Socialista y como figura de prestigio moral e
internacional ayudó a la caída del Muro
de Berlín y a la reunificación de Alemania.
Murió el 8 de octubre de 1992.
Próximo capítulo:
Reivindicando a García Lorca
No hay comentarios:
Publicar un comentario