La guerra fría comenzó poco tiempo después de terminar la
Segunda Guerra Mundial, el conflicto más destructivo en la historia del
planeta. Los Aliados, incluidos Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y la
Unión Soviética derrotaron a las potencias del Eje conformado por Alemania,
Japón e Italia.
El muro de Berlín fue símbolo de la guerra fría. |
Las principales causas de la guerra fría se encuentran en el
deseo de la Unión Soviética de difundir su ideología comunista a todo el mundo,
lo que provocó, aunque parecía solo una excusa, que los americanos, que denigraban
ese sistema político y defendían el imperio de su modelo capitalista plantaran
cara a las aspiraciones soviéticas.
Ante un claro enfrentamiento entre bloques, la adquisición
de armas atómicas por parte de los norteamericanos provocó que la Unión
Soviética, que contemplaba como Estados Unidos estaba comprando armas atómicas,
se preguntara para qué iban a necesitarlas tras el final de la Segunda Guerra
Mundial. Temían el ataque del otro país, hasta el punto de sospechar que se
instalaban bases en Europa Occidental, para ser atacados por Estados Unidos.
Consecuencias de la guerra fría son la aparición de la OTAN (Organización del
Tratado del Atlántico Norte) que no era una alianza militar, sino de defensa.
Varios países, contactaron entre ellos, para que en el caso de que la relación
entre Estados Unidos y la Unión Soviética, estallara en conflicto armado, se
comprometieron a defenderse mutuamente. De esta manera, Estados Unidos, junto a
Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega,
Países Bajos, Portugal y Reino Unido conformaron un bloque defensivo.
Por otro lado, la Unión Soviética, también creaba su propio
bloque de defensa, designándolo como un Tratado de Amistad, Colaboración y
Asistencia Mutua. Se trataba de una colaboración militar, para contrarrestar la
fuerza de la OTAN. Contaba con la República Popular de Albania, la República Democrática
Alemana, la República Popular de Bulgaria, la República Socialista de
Checoslovaquia, la República Popular de Hungría, la República Popular de
Polonia y la República Socialista de Rumania. La división entre estos dos bloques,
era tan profunda, que se les llegó a denominar el “Telón de acero”.
Como se ha apuntado los principales motivos de la guerra fría
se basaban en las sospechas injustificadas y el modo de vida, claramente enfrentados
de uno y de otro bloque. Los conflictos de Vietnam y Corea fueron conflictos
paralelos al desarrollo de la guerra fría, pero con escenarios bélicos reales,
que supusieron graves problemas para los dos bloques.
La guerra fría terminó por el derrumbe de uno de sus
contendientes. El proceso de reformas iniciado por Gorbachov en 1985 precipitó
una dinámica que terminó llevándose por delante la propia existencia del estado
soviético fundado por Lenin.
En medio de una profunda crisis económica, con una población
gracias a la glasnost cada vez más consciente de la crueldad y la corrupción
que había caracterizado la dictadura soviética, el nacionalismo vino a actuar
como factor incontenible de disgregación del estado soviético, heredero del
Imperio zarista.
El movimiento centrífugo se inició en las repúblicas
bálticas, que durante el otoño de 1989 dejaron clara su intención de romper los
lazos con un estado al que se habían unido como víctimas del Pacto que firmaron
Molotov y Von Ribbentrop en 1939. Paralelamente el nacionalismo aparecía en las
repúblicas caucásicas, azuzado por el enfrentamiento entre armenios y azeríes
en Nagorno-Karabaj en 1988.
Mijaíl Gorbachov. |
Cuando en febrero de 1990, Gorbachov dio un paso adelante en su perestroika
renunciando al monopolio político del PCUS y convocando elecciones parcialmente
pluralistas, se encontró con que en Lituania, Letonia, Estonia y Moldavia ganaban
las fuerzas políticas independentistas. Lituania declaró inmediatamente su
independencia, sentando un precedente para las demás repúblicas que constituían
la URSS.
La desintegración de la URSS no vino, sin embargo, motivada
por las reivindicaciones de los pequeños pueblos bálticos. El movimiento que
definitivamente derrumbó la URSS vino de Rusia, la nación que había construido
el imperio zarista, antecesor del estado soviético. En mayo de 1990, Borís
Yeltsin, quien había sido expulsado del PCUS en 1987, fue elegido presidente
del Parlamento ruso. Desde esa posición de poder, Yeltsin impulsó medidas que
precipitaron el fin de la Unión Soviética.
En julio de 1990, el XXVIII Congreso del PCUS constató la
acelerada decadencia del partido que había aglutinado al estado soviético
durante décadas. El propio ministro de Asuntos Exteriores Eduard Shevarnadze dimitió en diciembre de
1990 en protesta por lo que él veía como un inminente golpe de estado que
devolvería al país a la época de Breznev.
Acorralado entre las fuerzas comunistas conservadoras que
buscaban una vuelta atrás en el proceso de reformas y las fuerzas reformistas y
nacionalistas, Gorbachov trató de negociar un nuevo Tratado de la Unión que
reconstruyera sobre nuevas bases de mayor libertad nacional la antigua URSS.
Sin embargo, los
comunistas ortodoxos trataron de imponer una solución de fuerza. El 19 de
agosto de 1991 Gorbachov era secuestrado en su residencia de veraneo en el Mar
Negro y un grupo de comunistas de la línea dura se ponían al frente de un golpe
militar. La falta de unidad en el ejército y las acciones de protesta popular
en Moscú hicieron fracasar el golpe. Fue el momento de Borís Yeltsin, quién se
puso al frente de la protesta contra el golpe en la capital del país.
El golpe militar frustrado fue como la señal de alarma que
precipitó la huida precipitada de todas las repúblicas de una Unión Soviética
que a nadie ya interesaba. Mientras el PCUS, el instrumento político que había
aglutinado a la URSS, era prohibido.
El 1 de diciembre de 1991, el 90.3 por ciento de los ucranianos
votaron por la independencia. El 8 de ese mes, en una solución improvisada
sobre la marcha, los líderes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia, Borís Yeltsin,
Leonid Kravchuk y Stanislav Shushkevich, se encontraron cerca de Brest-Litovsk
y acordaron la denominada Declaración de Belovezhskaya Pusha: las tres
repúblicas eslavas abandonaban la URSS y formaban una llamada Confederación
de Estados Independientes. El 21 de diciembre, en un encuentro celebrado en
Almá Atá, ocho de los doce repúblicas restantes de la URSS (Estonia, Letonia,
Lituania y Moldavia habían optado por la independencia pura y simple) siguieron
el ejemplo de Rusia, Ucrania y Bielorrusia.
Impotente y abandonado por casi todos, Gorbachov dimitió
como presidente de la URSS el día 25 de diciembre de 1991. La bandera roja
soviética era arriada en el Kremlin. La bandera rusa la sustituía. Rusia tomaba
el relevo de la URSS en la escena internacional: las embajadas, el puesto
permanente en el Consejo de Seguridad, el control del armamento nuclear
soviético... Sin embargo, el mundo bipolar de la guerra fría había tocado a su
fin. Nacía un nuevo orden mundial.
Próximo capítulo: En memoria del Holocausto
Muy buen articulo amigo, el estudio de la guerra fria es fundamental si se quiere comprender el estado actual del mundo, aunque es un tema extenso vale la pena injerirse en el. Un saludo, estare atento a tus demas post.
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