Mastodon Clave Menor: La meiga en la cultura popular gallega (y II)

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sábado, 1 de febrero de 2020

La meiga en la cultura popular gallega (y II)

Todo el mundo, al menos todo el mundo que resida en España, ha oído alguna vez hablar de las meigas gallegas pero poca gente conoce su origen o las diferentes clases que hay de ellas. También, con referencia a las brujas se dice: “Eu non creo nas bruxas, pero habelas hainas”.

Meigas, adivinación con tijera y cedazo.
Para algunos expertos la palabra “meiga” quiere decir exactamente eso: “maga” y las gallegas comparten también algunas características con las brujas (son capaces de echar el mal de ojo, por ejemplo), aunque se distingue de esta última en que poseen más atributos benévolos, pueden ser también curanderas o videntes.  La meiga se define como una  «persona con poderes extraordinarios o mágicos y que puede pactar con el diablo».

El  antropólogo Carmelo Lisón Tolosana, ya citado en el capítulo anterior, en sus estudios sobre la brujería gallega diferencia entre meiga y bruxa. La gente acude a la bruxa cuando piensa que detrás de lo que le sucede hay una voluntad oscura, perversa y dañina que hay que identificar para atajarla.
 La experta en ese mundo no natural es la bruja, que no sólo puede averiguar quién ha echado el mal de ojo o el hechizo maléfico sino que tiene el poder de contrarrestarlo.

Destaca Carmelo Lisón que "allí donde está el mal ataca la bruja convirtiéndose, de esta manera, en abanderada del bien". Para combatirlo se sirve de conjuros, recitaciones e invocaciones a poderes ocultos, aunque aquí reside la "ambigüedad moral" que define siempre a la bruja, ya que al conocer ese mundo también lo podría utilizar para causar el mal, que es precisamente lo que la diferencia de la meiga.

La meiga es la bruja satánica cuyo cometido es causar el mal en virtud del pacto que tiene con el demonio. En las encuestas llevadas a cabo por Carmelo Lisón, la meiga para los entrevistados es "mala, dañosa", "con potestad... para dominar... a personas", con "poder de hacer el mal", "ofenden", "hacen perder el sentido", "quitan la salud", "enferman a un vecino o a un animal", "secan a los niños", "destruyen el fruto... y la pesca", "envidian", o "echan la mala suerte en casa".

Y todos los encuestados coinciden n que su poder le viene del demonio, cuando les mira una mujer que tienen por meiga dicen: vioume o demo, 'me ha visto el demonio'. Sus dos notas esenciales y distintivas son que envidian y aojan, no sólo a las personas sino a sus pertenencias a su casa y a su ganado.

Según Carmelo Lisón, por envidia se entiende "una mala idea o mal pensamiento siempre intencional, una voluntad perversa junto con una emotividad que consiste en puro deseo del mal, en querer hacer el mal por el mal, de forma gratuita y satánicamente. Su objetivo puede ser también la venganza por agravios reales o supuestos".

Por el contrario, el intelectual  Domingo García Sabell, que fue presidente de la Real Academia Gallega y delegado del Gobierno en Galicia, mantenía que no han existido brujas en Galicia, y en cambio no es muy difícil encontrar meigas; definió a estas últimas como mujeres con gran capacidad psicológica para descubrir los problemas de sus vecinos, algunas de ellas con dotes de curanderas y expertas en dar los consejos adecuados a quienes se los demandaban.

En conclusión, según Carmelo Lisón, cuando la bruja es requerida para deshacer la envidia opera de un modo simbólico del restablecimiento del orden, de la salud, de la vida. Contrariamente, la meiga equivale a las fuerzas que quiebran la armonía de las partes con el todo, las que introducen el desorden, la enfermedad y la muerte. Las primeras suelen asociarse a la altura, la luz y lo sagrado.

Mientras que la meiga se relaciona  con lo ínfimo, oscuro y satánico, operando en la impunidad de su acción a distancia. La justicia y el sentido de equidad están de parte de la bruja; la envidia y la injusticia no se apartan de la meiga que a su vez cristaliza el descontento y la inferioridad, mientras que aquélla condensa la igualdad y la libertad.

Amistad/hostilidad, ayuda benévola/competición agresiva, serenidad/ansiedad, felicidad/desgracia, moralidad/inmoralidad son otros tantos sistemas sémicos que acompañan a bruja y meiga, repectivamente.

TIPOS DE MEIGAS

Se dice que hay un gran número de ellas, cada una con diferentes poderes:

Meigas chuchonas (o chupadoras): son las más peligrosas, y se presentan con distintas caras o transformadas en vampiros e insectos, como abejorros. Chupan la sangre a los niños y les roban los untos (grasa corporal) para ser empleados en la elaboración de ungüentos y pociones.

Asumcordas o brujas callejeras: espías de la gente y vigilantes de quienes entran y salen de las casas.

Marimanta: es la meiga del saco, roba niños y los hace desaparecer.

Feiticeira (hechicera): viven cerca de los ríos y riachuelos, aunque anciana, su aspecto no repele, posee una voz muy bella que con sus cantos hipnotiza a los chicos que se acercan al río y hace que se vayan metiendo en el río, donde al fin se ahogarán.

Lavandeira: esta meiga sorprende al caminante que pasa por un lavadero, invitando a este a que la ayude a escurrir las prendas que lava, tintas de sangre todavía tibia, a consecuencia, según se dice, de un mal parto. La persona ha de tener cuidado de torcer la ropa en el mismo sentido que ella, porque de lo contrario, la desgracia caerá sobre su casa.

Lobismuller (mujer loba): tienen que haber nacido en Nochebuena o Viernes Santo, o bien ser la séptima o novena de una familia donde todas las hijas son mujeres.

Vedoira: es esbelta y agradable en el trato. Posee facultades adivinatorias, y son expertas en contactar con el más allá para decir si alguien fallecido está gozando eternamente en el cielo o si aún penan en el Purgatorio.

Voladoira: vuela y hace piruetas acrobáticas en el cielo.

Cartuxeira: son meigas echadoras de cartas, que siempre aciertan en sus vaticinios.

Agoreira: estas meigas envejecen prematuramente, pero viven muchísimos años.

Dama de castro: estas meigas viven bajo castros milenarios o bajo tierra en un castillo de cristal, llevan siempre un largo vestido blanco de cola y siempre atienden a solicitudes de la gente. Ya que goza de bienestar y fortuna ningún tipo de halago o favor sirven para recibir de ella consejos o regalos; al contrario suele aparecerse a personas afligidas por alguna situación difícil de su vida, y a esas personas otorga sus favores.


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