Mastodon Clave Menor: El humor de Antonio Mingote

Publicidad

sábado, 28 de septiembre de 2019

El humor de Antonio Mingote

Se celebra este año el centenario del nacimiento del genial humorista Antonio Mingote, que logró poner una sonrisa en las caras de la gente llamadas de orden y considerado uno de los grandes intelectuales españoles del siglo XX. Dibujante, humorista, escritor y académico de la lengua, su trazo y su imaginario son esenciales para entender el devenir reciente de España.

Antonio Mingote nació en la localidad barcelonesa de Sitges el 17 de enero de 1919, ​ hijo de Ángel Mingote Lorente (1891-1961), ​músico y natural de Daroca (Zaragoza), y Carmen Barrachina, escritora natural de Batea (Tarragona), hija del pedagogo y periodista carlista Esteban Barrachina Benages.

Autorretrato de Mingote publicado en ABC.


Fue el primero de los dos hijos del matrimonio. Su hermana, María de las Mercedes Mingote Barrachina, falleció en 2006. Se aficionó a la lectura desde muy joven, aprendiendo a dibujar de manera autodidacta. Su infancia la pasó entre Daroca, Calatayud y Teruel. En esta última ciudad estudió con los Hermanos de las Escuelas Cristianas y en el Instituto. Fue discípulo aventajado del pintor Ángel Novella.

A los diecisiete años de edad, al estallar la guerra civil, se alistó en el ejército del bando sublevado y, tras la guerra, entró en la Academia de Transformación de Infantería en Guadalajara, donde comenzó a dibujar en una revista extraoficial que se distribuía en la Academia y que se llamaba La Cabra. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Zaragoza pero no terminó la carrera. Fijó su residencia en Madrid, donde trabó amistad con Rafael Azcona y con Carlos Clarimón.

De sus primeras nupcias nació su hijo Carlos, en 1955. En 1966 contrajo matrimonio con Isabel Vigliola, con quien tuvo otro hijo. En 1999 sufrió un accidente cerebrovascular por el que tuvo que ser intervenido de urgencia.

Maestro de la línea y del color, ilustró carteles, decorados, vestuario, azulejos, vallas callejeras y todo tipo de superficies. Sus personajes también supieron recoger parte de la esencia de un embellecido Madrid burgués, ciudad que lo acogió como uno de sus vecinos más queridos. “Muchas de las cosas que he hecho se las he dedicado a Madrid”, declaraba en una entrevista de 1996.

Con el arma de la ternura Mingote supo poner ante los ojos de los pudientes realidades a las que estos no querían mirar. Así describía su trabajo: "Razonar hasta más allá de lo razonable. Despojar de la hojarasca que envuelve las cosas hasta hacerlas cómicas".

Entre sus libros de viñetas cabe citar, Soltera y madre en la vida; Pierna creciente, falda menguante; Hasta que el matrimonio nos separe (1955-1976); Pequeño planeta (1957); Historia de Madrid (1961); Historia del traje (1963); Hombre solo (1970 y 1988); Este señor de negro (1975); Hombre atómico (1976); Al cielo iremos los de siempre (1985); Solo pobres (1995); El Mus (1995) y Mingote, punto y aparte.

Una de sus obras más importantes fue la serie de ilustraciones para El Quijote, realizadas en 2005 con motivo del cuarto centenario de la publicación de la obra de Miguel de Cervantes. Tardó dos años en completarla.

Con solo 13 años, en 1932, publicó su primer dibujo en el suplemento Gente Menuda, de la revista Blanco y Negro. Mingote se incorporó al diario ABC en 1953. Llegó convertirse en el icono de esa cabecera, para la que realizó numerosas primeras páginas, un fenómeno periodístico poco frecuente y que solo ha cultivado ABC.

Como ya se ha dicho, en la capital trabó amistad con el guionista y escritor Rafael Azcona, a quien introdujo en la gran publicación humorística del momento, La Codorniz.

Su carrera literaria arrancó en 1948 con la novela Las palmeras de cartón. La segunda llegaría más de 40 años después, en 1991, Adelita en su desván. Además participó en montajes teatrales y en 1978 estrenó su película Vota a Gundisalvo.

Recibió numerosos títulos y distinciones, entre ellas en 2011 el Rey le nombra marqués de Daroca. En 1961 le fue concedida la orden de Isabel la Católica. En 1966 se instituye el premio que lleva su nombre. En 1980 logra el Premio Nacional de Periodismo y en 1987 se convierte en el primer humorista que ingresa en la Real Academia de la Lengua. Ocupaba el sillón ‘r’ minúscula. En 1996 recibe la medalla de oro al Mérito en el Trabajo. En 1998 logra el Premio Quevedos, el equivalente humorístico al Cervantes de Literatura. En 2001 obtiene el premi Gat Perich. En 2002 se le concede la medalla de oro al Mérito en las Bellas Artes. En 2005 es nombrado doctor ‘honoris causa’ por la Universidad de Alcalá de Henares y en 2007 recibe esa misma distinción por la Universidad Rey Juan Carlos.

Uno de sus últimos trabajos fue el cartel para la película de José Luis García Sánchez Los muertos no se tocan, nene, estrenada en 2011. Era una adaptación de una novela su amigo Azcona vetada por la censura franquista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario