Ya lo decía Tomás
Bretón en la letra de su famosa zarzuela “La verbena de la paloma”, “hoy las ciencias adelantan que es una
barbaridad”. Una verdad incuestionable en todo el ámbito del saber y de la
ciencia que es, sin duda, aplicable a la Medicina que cada día aporta
soluciones a los problemas de la salud, que hasta hace pocos lustros eran
inimaginables. Pero, al margen de esta verdad, hay otras maneras de sanar, tan
antiguas como la Historia de la humanidad y que se pretende, parcialmente,
abordar aquí.
Hay varios pensamientos esenciales que deseo reflejar,
"el ser humano necesita asumir la responsabilidad de su propia salud y por
lo tanto iniciar un proceso de acercamiento esencial, que le permita
redescubrir el significado más completo de la salud". "La búsqueda de
mayores niveles de salud aún por conquistar, es lo más importante en la vida
del ser humano, y paradójicamente existen grandes carencias en este
ámbito". Además hay que resaltar que, "el cuerpo es una unidad
funcional, y querer tratar una parte sin mirar al ser humano en su globalidad
es algo que no tiene sentido" y considerar que, "el movimiento es
vida, así como la vida es movimiento".
En este sentido, la Organización
Mundial de la Salud (OMS), desde 1976 incorpora programas sobre métodos
naturales de salud. Entre estos se encuentran reconocidas las esencias florales
o “Flores de Bach”. Las esencias florales están clasificadas por la OMS, como método natural de salud,
inocuo y preventivo, dentro del apartado de terapias individualizadas. Su
actuación más evidente o evaluable es de incidencia emocional y por lo tanto,
son de utilidad contrastada en los procesos asociados a todo tipo de
desequilibrios de los seres vivos.
Las esencias florales potencian las virtudes opuestas a
estados emocionales disarmónicos, que causan sufrimiento, permitiendo
equilibrar y mantener una apreciación más armónica y actuando en las causas
profundas y sutiles de los conflictos humanos.
VIVENCIA INTERIOR
Desde el punto de vista de la terapia floral lo importante a
observar, no radica en los síntomas que la persona experimenta físicamente. La
importancia está en la valoración de la globalidad de la persona y la relación
que mantiene consigo misma y con su entorno. Para lo cual, será fundamental
tener en cuenta la apreciación subjetiva del individuo respecto a su existencia
y sentimientos, esto es, valorar lo más posible la “vivencia interior” del
sujeto.
Protocolo lineal de escala de rosas. |
La utilización de las flores con fines terapéuticos se
remonta a tiempos muy lejanos. La persona que “descubre” y da la forma
terapéutica moderna a las Esencias
Florales, es el doctor Edward Bach
(1886-1936), inmunólogo y homeópata galés que consigue elaborar 38 esencias
florales (conocidas como Las Flores de
Bach) y recuperar un método de trabajo con las flores. Esta extraordinaria
contribución de Bach ha posibilitado
un “redescubrimiento” de la riqueza
energética y curativa del reino vegetal.
Las esencias florales no tienen acción bioquímica o
principio activo, por lo tanto, no son posibles sobredosis, efectos secundarios
o dependencias, según ha corroborado la OMS.
Son remedios vibracionales, no son medicamentos y no interactúan con ellos.
Pueden ser usadas en cualquier edad, siendo especialmente eficaces en niños.
También se pueden aplicar a cualquier ser vivo como plantas y animales.
Pueden ser asociadas a otros tratamientos o terapias, ya que
siempre potencian el proceso de curación y en los casos de procesos incurables
aportan sosiego y paz interior. Más en ningún caso pueden reemplazar un
tratamiento o prescripción médica, sino que en todo caso, pueden
complementarla.
Un aspecto importante de las esencias florales, es su forma
de acción a través del campo electromagnético del ser humano. Dicho campo es un
sistema de frecuencias muy sofisticado que, entre otras cosas, sostiene el
correcto funcionamiento bioquímico así como el equilibrio biológico y psíquico.
Según la interacción, más o menos conflictiva con uno mismo
y con el entorno, estas frecuencias pueden ser alteradas y afectar, dependiendo
del sector del campo electromagnético, al equilibrio mental, emocional o
físico.
Esencias complementarias. |
Las esencias florales superponen “frecuencias armónicas”
concretas a las pérdidas de frecuencia de sectores específicos del campo
electromagnético, estimulando con ello la capacidad restauradora del propio
sistema devolviendo el equilibrio físico, mental y emocional. Las esencias florales tienen la capacidad
vibracional de ayudar a restaurar especialmente los aspectos mental y
emocional, lo que trae como consecuencia la armonización de la personalidad y
el nivel esencial o mundo interno, lo que mejora la calidad de vida.
Son una inestimable ayuda en un momento tan especial para la
humanidad, donde está emergiendo un nuevo paradigma o modelo de vida. Las flores
y su terapia son un puente de reencuentro entre el ser humano y su propia
naturaleza.
FILTROS
BIOENERGÉTICOS
Otra eficaz forma de aplicación son los filtros
bioenergéticos. Estos son estructuras vibracionales que dan soporte y emiten
una cualidad concreta. Pueden ser elaborados de múltiples y diferentes
sustancias vibracionales, entre las cuales están las esencias florales.
Los filtros resonadores de esencias florales son el
resultado de un complejo y elaborado proceso de fijación de la resonancia de
cada remedio floral y cuyo soporte último es un filme, similar a las conocidas
diapositivas. La utilización más especializada se realiza mediante la ejecución
de protocolos bioenergéticos, cuya función principal es producir aplicaciones
que potencien y/o aceleren las aplicaciones tradicionales, así como desbloquear
y armonizar la estructura biofísica del ser humano.
Se pueden portar cerca del pecho para que impregnen el campo
electromagnético y también se pueden aplicar sobre un área específica en
situaciones de crisis. Los filtros resonadores de esencias florales enriquecen,
de manera extraordinaria, la terapéutica floral siendo complementarios de ella.
Las Esencias Florales
de Bach es el sistema pionero de la terapéutica floral y a él nos referimos
como “esencias tradicionales”. Siguen
estando plenamente vigentes y son las más utilizadas a nivel global, contando
con setenta años de eficacia contrastada.
Con posterioridad a los trabajos del doctor Edward Bach han proseguido las
investigaciones sobre las cualidades de multitud de flores, lo que ha dado
lugar al desarrollo de diferentes sistemas florales en distintos puntos del
planeta.
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